27.3.06

Cartas

Estábamos tan lejos
que nos hacíamos el amor
con cartas filosas
que nos sacaban sangre
que nos abrían surcos.
Cartas
que eran casi todo lo que teníamos
que nos explotaban en las venas
porque hablaban del futuro.

Sólo teníamos cartas
pero hablaban del futuro.
Y no de uno solo
sino de muchos futuros
de la juventud
de la suerte.

Y ese es un pasado
pero todavía
no hay futuros.
Así que
a partir de ahora
toda palabra
tiene derecho a la sangre.